Para entender cómo surgió el hacer un disco como solista, el propio Brandon lo explica en su Facebook como fueron tomando forma sus ideas. Esta es la primera parte del artículo:
“He estado haciendo discos con mi grupo Incubus durante casi 19 años ahora. Hemos publicado seis LPs, un puñado de EPs y DVDs, así como numerosos CDs en directo, y el año pasado un CD de Greatest Hits resumiéndolo todo. Después del último esfuerzo, y de la gira más agradable y exitosa de nuestra carrera, decidimos seguir con lo que había sido un hiato continuado apartados de la gira y las carreteras y el inevitable caos que lleva consigo. Cada uno de nosotros en el grupo nos fuimos a nuestras respectivas esquinas de Los Ángeles, y cada uno (a nuestra manera inimitable y única) continuamos con el extraño proceso de descubrir quieres somos como individuos cuando no estamos en el grupo. Un dilema interesante, por cierto. Especialmente cuando tienes en cuenta en la logística de nuestras carreras este momento actual en el tiempo. Cumplí los 34 en Febrero de 2010. Empecé Incubus junto con Mike y José cuando tenía 15 años. Muchísimo de mi identidad, tanto personal como creativamente, ha estado ligada y relacionada con Incubus. ¡Para lo bueno y para lo malo! Y sí que creo que cualquier persona, en cualquier rincón del mundo, se preguntan a sí mismos en algún momento de su camino, “¿Quién soy yo… hoy en día?” Por tanto esto sí que es un proceso, y asimismo sí que somos maleables, falibles, y me atrevería a decir ‘humanos’. (?). Aunque, como artistas, tenemos la única y a veces aterradora oportunidad de VER Y OÍR en efecto quienes somos en el día a día. Nuestro material inconsciente se derrama sobre lienzos y se graba en ondas de sonido. Luego estamos bendecidos y/o maldecidos con la habilidad de realmente mirar y escuchar a lo que está pasando en los sitios más recónditos de nuestros corazones y mentes. Un minero emergiendo de las profundidades del inframundo de hollín, tosiendo carbón pero sujetando delante de él una reliquia resplandeciente de incalculable valor.
Incubus ha demostrado ser ese proverbial ‘Diamante’ en mi vida. Y me aventuraría a decir que también ha ejercido de lo mismo para mis Hermanos en el grupo. Con muchos apuros, demasiadas horas en la oscuridad y preguntándose si realmente merece la pena todo el esfuerzo. Pero, al final del día, el diamante es resplandeciente, hipnótico, con ángulos que pueden cortar el cristal e incluso a veces hacer suspirar a las mujeres… Ha ha. Sí. Acabo de decir eso.
Pero, ¿y qué sucede entre tanto con el material que es desenterrado? ¿Qué debería hacer con las cosas que descubro con mis manos desnudas? Con mi leal piqueta puesta a un lado, y escarbando furiosamente sólo con la fuerza de mis dedos. Yo diría que estos esfuerzos son igualmente de importantes. Por razones diferentes. Pero razones que aunque no son tan obvias, demuestran que llevan a esa retorcida pregunta, “¿Quién soy yo… hoy en día?”.
De hecho, hoy en día, el productor Dave Fridmann y yo estamos mezclando y finalizando mi primer álbum como solista, The Wild Trapeze. Este grupo de canciones nació de una manera muy diferente a las muchas otras que mi grupo y yo hemos estado realizando durante nuestras casi dos décadas de trabajo hasta ahora. The Wild Trapeze comenzó como escarceos inducidos por la maría con mi oxidada guitarra acústica mientras Incubus estaba fuera de la carretera, y se ha ido metamorfoseando lentamente en cosas que originariamente jamás habría imaginado.
Cuando inicialmente permití la idea de un disco como solista en mi mente consciente, me suponía que sería componer un puñado de música que otros músicos me ayudarían a interpretar y a grabar. Y en ese punto, yo haría lo que mejor se me daba y lo continuaría desde ahí. Pronto comencé a entender que mis expectativas de cómo saldría esto estaban tan fuera de lugar que harían que la cabeza me diera vueltas. Yo no solo no conozco a tantos músicos, ¡sino que andaba apurado por encontrar a alguien con el que yo quisiera trabajar aparte de los chicos de mi grupo! Un dilema chocante, cuanto menos. Ni era ni es mi intención “salirme” de Incubus. Todavía hay tantas cosas que tenemos por descubrir creativamente, y todavía nos lo pasamos muy bien haciendo música juntos como para utilizar ese concepto. Pero yo nunca me he considerado a mi mismo como un músico, la verdad sea dicha. Siempre me he visto como un letrista y un cantante. Así que me había obsequiado a mi mismo con el sobrecogedor desafío de hacer un disco sin “músicos”. Hmmm.”
Muy pronto la segunda parte.
No olviden visitar: TheWildTrapeze.com e iTunes.
Traducción: Disfruta Incubus
“He estado haciendo discos con mi grupo Incubus durante casi 19 años ahora. Hemos publicado seis LPs, un puñado de EPs y DVDs, así como numerosos CDs en directo, y el año pasado un CD de Greatest Hits resumiéndolo todo. Después del último esfuerzo, y de la gira más agradable y exitosa de nuestra carrera, decidimos seguir con lo que había sido un hiato continuado apartados de la gira y las carreteras y el inevitable caos que lleva consigo. Cada uno de nosotros en el grupo nos fuimos a nuestras respectivas esquinas de Los Ángeles, y cada uno (a nuestra manera inimitable y única) continuamos con el extraño proceso de descubrir quieres somos como individuos cuando no estamos en el grupo. Un dilema interesante, por cierto. Especialmente cuando tienes en cuenta en la logística de nuestras carreras este momento actual en el tiempo. Cumplí los 34 en Febrero de 2010. Empecé Incubus junto con Mike y José cuando tenía 15 años. Muchísimo de mi identidad, tanto personal como creativamente, ha estado ligada y relacionada con Incubus. ¡Para lo bueno y para lo malo! Y sí que creo que cualquier persona, en cualquier rincón del mundo, se preguntan a sí mismos en algún momento de su camino, “¿Quién soy yo… hoy en día?” Por tanto esto sí que es un proceso, y asimismo sí que somos maleables, falibles, y me atrevería a decir ‘humanos’. (?). Aunque, como artistas, tenemos la única y a veces aterradora oportunidad de VER Y OÍR en efecto quienes somos en el día a día. Nuestro material inconsciente se derrama sobre lienzos y se graba en ondas de sonido. Luego estamos bendecidos y/o maldecidos con la habilidad de realmente mirar y escuchar a lo que está pasando en los sitios más recónditos de nuestros corazones y mentes. Un minero emergiendo de las profundidades del inframundo de hollín, tosiendo carbón pero sujetando delante de él una reliquia resplandeciente de incalculable valor.
Incubus ha demostrado ser ese proverbial ‘Diamante’ en mi vida. Y me aventuraría a decir que también ha ejercido de lo mismo para mis Hermanos en el grupo. Con muchos apuros, demasiadas horas en la oscuridad y preguntándose si realmente merece la pena todo el esfuerzo. Pero, al final del día, el diamante es resplandeciente, hipnótico, con ángulos que pueden cortar el cristal e incluso a veces hacer suspirar a las mujeres… Ha ha. Sí. Acabo de decir eso.
Pero, ¿y qué sucede entre tanto con el material que es desenterrado? ¿Qué debería hacer con las cosas que descubro con mis manos desnudas? Con mi leal piqueta puesta a un lado, y escarbando furiosamente sólo con la fuerza de mis dedos. Yo diría que estos esfuerzos son igualmente de importantes. Por razones diferentes. Pero razones que aunque no son tan obvias, demuestran que llevan a esa retorcida pregunta, “¿Quién soy yo… hoy en día?”.
De hecho, hoy en día, el productor Dave Fridmann y yo estamos mezclando y finalizando mi primer álbum como solista, The Wild Trapeze. Este grupo de canciones nació de una manera muy diferente a las muchas otras que mi grupo y yo hemos estado realizando durante nuestras casi dos décadas de trabajo hasta ahora. The Wild Trapeze comenzó como escarceos inducidos por la maría con mi oxidada guitarra acústica mientras Incubus estaba fuera de la carretera, y se ha ido metamorfoseando lentamente en cosas que originariamente jamás habría imaginado.
Cuando inicialmente permití la idea de un disco como solista en mi mente consciente, me suponía que sería componer un puñado de música que otros músicos me ayudarían a interpretar y a grabar. Y en ese punto, yo haría lo que mejor se me daba y lo continuaría desde ahí. Pronto comencé a entender que mis expectativas de cómo saldría esto estaban tan fuera de lugar que harían que la cabeza me diera vueltas. Yo no solo no conozco a tantos músicos, ¡sino que andaba apurado por encontrar a alguien con el que yo quisiera trabajar aparte de los chicos de mi grupo! Un dilema chocante, cuanto menos. Ni era ni es mi intención “salirme” de Incubus. Todavía hay tantas cosas que tenemos por descubrir creativamente, y todavía nos lo pasamos muy bien haciendo música juntos como para utilizar ese concepto. Pero yo nunca me he considerado a mi mismo como un músico, la verdad sea dicha. Siempre me he visto como un letrista y un cantante. Así que me había obsequiado a mi mismo con el sobrecogedor desafío de hacer un disco sin “músicos”. Hmmm.”
Muy pronto la segunda parte.
No olviden visitar: TheWildTrapeze.com e iTunes.
Traducción: Disfruta Incubus
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